“Cuando muere alguna lengua entonces se cierra a todos los
pueblos del mundo una ventana, una puerta. Un asomarse de modo distinto a las
cosas humanas y las divinas”,
En nuestro caso el Oscec Estremaúra, con el incombustible Ismael
Carmona al frente -que escribe semanalmente una columna en extremeño-, o el de
iniciativas escolares como Juglarex -”Guardianes de la cultura”, es su lema-,
que tratan de acercar a los niños en la escuela el amor por su riqueza
cultural. Si algún día el extremeño gana por fin prestigio, le deberemos
demasiado a estos pequeños héroes que hacen estos años su travesía en el
desierto. A todos ellos, gracias por mantener el candil encendido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario